Este texto no pretende ser biblia, ni sentar cátedra, aviso que será extenso y no es más que una reflexión, exteriorizar lo que pasa por mi cabeza como la mejor manera de superar mis propias barreras mentales. Tengo que agradecerlo a mi mujer, que me hizo ver la potencia de decirse a uno mismo las cosas en voz alta las cosas.
Sabemos que el principal problema que tenemos a día de hoy para ser rentables y consistentes es la DISCIPLINA. Veamos la definición:
Conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado.
Tenemos la inmensa suerte de tener un conjunto de reglas que como cualquiera puede comprobar en backtest nos lleva a un único resultado, acabar día tras día en positivo.
Ahora viene la madre del cordero, ¿Por qué no soy disciplinado? Sencillo, nunca lo necesité, o eso pensaba… hasta ahora.
La disciplina podríamos verla en el plano físico, profesional o mental.
En lo físico, nunca necesité hacer gran cosa para mantenerme en forma. Desde pequeño he tenido habilidades deportivas bastante aceptables, nunca tuve que hacer dieta, con poco ejercicio que hiciera aunque fuera irregularmente me he mantenido en forma. En los pocos periodos que me tomé alguna disciplina deportiva medianamente en serio, los resultados fueron bastante mejores de lo que se podía esperar con respecto al esfuerzo invertido, por lo tanto ¿Para qué hacer más, si con poco era mejor que la mayoría? En el fondo nunca quise entrar en niveles de competición por una sencilla razón, me valía con ser mejor que la mayoría, pero si entraba en esos niveles, sabía que habría otros mejores que yo, me requeriría más esfuerzo, más disciplina, y además, aunque pusiera todo mi empeño siempre habría alguno mejor que yo y el orgullo no me permitía perder, así que me conformaba con no participar con tal de no perder aún sabiendo que podría ganar muchas veces. Perder no era una opción aceptable en mi cabeza.
En lo mental, o necesidad de estrujarse los sesos para adquirir conocimientos, siempre tuve la fama o el lastre de ser considerado muy inteligente. Sé que no soy torpe, pero tampoco ningún lumbreras. Es cierto que en toda mi vida de estudiante, siempre cumplí, sin resultados extraordinarios, estudiando lo justito siempre pasaba cuando mis compañeros solían necesitar bastante más tiempo, y todo ese tiempo libre lo usaba para ocio improductivo en lugar de esforzarme para mejorar mis resultados académicos, ¿por qué? pues porque no me interesaba sacar grandes notas, prefería tener tiempo para perder el tiempo. ¿y por qué no me interesaba? Porque por mucho que estudiase, pensaba que otro sería mejor que yo y no sería el nº 1 de mi promoción. Y para ser el segundo, no me merecía la pena intentarlo.
En lo profesional, todos los trabajos que he tenido, me han permitido ser extremandamente flexible en los plazos, las expectativas, la exigencia de los jefes. Las tareas iban saliendo tomándomelo con bastante calma durante semanas o meses y apretando un poco cuando llegaban las fechas críticas de entregas, auditorías, reportajes, etc.
He sido trabajador por cuenta ajena, y con ir «cubriendo el expediente» me valía, ¿para qué esforzarme? unas veces porque no había posibilidad de ascenso, otras porque no me apasionaba lo que hacía y simplemente era ir a pasar el día y hacer las tareas sin hacer demasiado ruido.
He tenido mi propia empresa, 10 años de autónomo en los que he visto crecer y desarrollarse a compañeros que empezaron en mi misma época, y aunque no me puedo quejar de cómo me fue, sé que no puse toda la carne en el asador para mantenerme en el grupo de los TOP a nivel España en el que sin saber muy bien cómo llegué a estar considerado.
En resumidas cuentas, la disciplina, como decía en la definición: Conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado.
El problema para no ser disciplinados, en el fondo, no es otra cosa que el miedo al fracaso y la frustración que supone. Ese miedo a no llegar al objetivo es la excusa perfecta para no hacerlo. No eres lo que te propones, eres lo que haces. Somos especialistas en hacer listas de propósitos que repetimos año tras año en lugar de coger el toro por los cuernos y simplemente hacerlo. Si te pones a ello, puedes fallar, pero también puede que lo logres, hay las mismas posibilidades.
Estamos educados en una sociedad en la que desde pequeños se nos inculca el «funcionariado», el vivir de la subvenciones, la sopa boba, el envidiar al exitoso sin pensar en todo el esfuerzo que le pudo costar.
En su momento, cuando me propuse dedicarme a la fotografía de bodas, sin experiencia en ello (sí en hacer fotografía de otras muchas cosas), sin estudio, ni tienda física, vendiendo sólo por internet, me llamaron loco, mi familia la primera, pero dije, ¿si otros lo hacen por qué no puedo hacerlo yo? soy lo suficientemente bueno para vivir de ello, y he vivido dignamente de ello durante 10 años. Ahora es el momento de tomar nuevamente la decisión, tengo el conocimiento, la experiencia y la mejor compañía para vivir del trading. Porque lo deseo, porque soy capaz, porque otros pueden hacerlo. Sé que se puede, pues simplemente tengo que hacerlo. Cumplir unas sencillas normas día tras día.
Como dice mi amigo Javier, el mejor comercial y buscavidas que conozco, el dinero está en la calle, sólo hay que ir y cogerlo.
Espero que os valga de algo esta reflexión. Al igual que el backtesting, cada cual debe hacer su trabajo y ordenar su cabeza. No será un proceso fácil, pero sí necesario para lograr eso que anhelamos.
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