Antes de nada, avisar que esta reflexión debe ser leída con sentido del humor y sin prejuicios ni juicio de valores porque lo abordo desde una analogía polémica que más de uno habrá sufrido en su entorno.
Cuando uno llega a los mercados financieros, queda abrumado por las cantidades de dinero que se mueven. El cine, las noticias y los periódicos, las redes sociales, nos muestran una vida de lujo y derroche que llevan algunos de esos «lobos de wall street». Y claro, inevitablemente empiezas a hacerte castillos de arena en tu mente. Multiplicando en tu cabeza el rendimiento de tu cuentecita en 1 mes, 1 año, 5 años… podré comprar el ferrari, el ático en primera línea de playa o viajar en bussiness a recónditas islas.
Pero no, amigo mío, la cosa no es así.
Partamos de la base que tienes un sistema rentable, consistente, verificado en un backtest a largo plazo.
Entonces, empiezas a operar, y aquí empieza la espiral destructiva en la es fácil caer. El hambre, la codicia, la avaricia, el sentir la brisa mientras conduces tu flamante e imaginario Ferrari.
Estás atrapado. La droga del trading te atrapó.
¿La droga? Si, la droga. Por que para tí pequeño aspirante a tiburón de los mercados, te educaron, te programaron para ser la presa, no el depredador. Ahora que estás frente a la gráfica estás drogado, completamente drogado y por eso te van a devorar, eres presa fácil. ¿No me crees? Entonces es que nunca antes estuviste drogado y eso es aún más peligroso porque no sabes donde te estás metiendo.
Cuando estás drogado y enganchado a esa droga, son habituales los siguientes síntomas:
– Distorsión de la realidad. Conforme tradeas, en tu mente te ves en poco tiempo en el deportivo, el resort de lujo, o el casoplón.
– Pérdida de la noción del tiempo. Pensabas estar una hora en frente a las gráficas y llevas más de 4. Es más, aunque hayas alcanzado tu ganancia diaria, o aún peor tu pérdida diaria, sigues viendo aparecer vela tras vela consumiendo minutos como si tu embobamiento fuera a cambiar algo.
– Mono o síndrome de abstinencia. Te despiertas cada mañana y lo primero que haces es mirar los gráficos en trading view sin a penas haberte quitado las legañas. Por primera vez en tu vida, estás deseando que llegue el lunes para que el mercado vuelva a abrir en lugar de disfrutar el fin de semana después de una semana de trabajo como has hecho siempre.
– Irritabilidad. Si algo o alguien interrumpe tu «trance» mientras estás en un trade, qué casualidad que se escriben parecido, tu estado de ánimo puede turbarse convirtiendote en una bestia con respuestas totalmente fuera de lugar porque puede que te pierdas el trade del día.
– Negación. «Sólo estoy practicando», «tengo que estar un rato más porque creo que se va a dar una entrada buenísima», y otras mil excusas que seguro habrán rondado tu cabeza. Todo por no separarte de la gráfica.
-Sentimiento de culpa. Esos días que inevitablemente llegan tras quemar una cuenta, o un doloroso stop por no haber respetado tu sistema y tu trading plan. Te sientes como una auténtica mierda, porque sabes que sólo es culpa tuya y de tu falta de control. Pero no es tu culpa, es culpa de tu nivel de tradingdependencia.
Y todo esto ¿por qué? Porque el trading, y en el fondo su principio activo EL DINERO, es altamente adictivo y como decía al principio, no estamos preparados para las sobredosis de dinero que nos puede dar un chute de trading.
Es duro reconocer alguno de estos síntomas en uno mismo, pero cuanto antes lo asumas, antes podrás empezar la terapia. Y la terapia no es desinstalar la plataforma y dedicarse a moldear con arcilla en ese tiempo que dedicabas a tu droga dura. La terapia es HACERSE INMUNE.
Dios! me estás llevando al mal camino, a consumir más! estarás pensando. ¿Combatir fuego con gasolina?. Pues sí. Porque consumimos cosas tóxicas e insanas a diario y no pasa nada. ¿Cómo? Manuel se te está yendo la olla dirás. Pues no, no se me va, o eso creo (igual estoy drogado).
Desde pequeños sufrimos madrugones, y falta de sueño. Un niño pequeño no está diseñado para despertarse a las 7 de la mañana y estar en la guardería hasta las 5 de la tarde sin sus padres.
Un adulto, no está hecho para sesiones laborable de 8-10 horas. Si son trabajos físicos mal, y si son trabajos mentales igualmente mal.
Pero la sociedad nos va introduciendo esa droga del trabajo poco a poco sin darnos cuenta y ahí estamos todos, echando más horas que un reloj asumiendo que es lo que hay y no puede ser de otra manera, porque estamos drogados y tenemos una pérdida de percepción de la realidad.
Vale, vivimos drogados irremediablemente, pero ¿qué hacemos entonces? Sencillo, aprovechar la experiencia y la consciencia de nuestra situación para lograr esa ansiada INMUNIDAD. Cuando llegas al mercado laboral, comienzas como becario, con un sueldo de mierda, cumples rigurosamente tu horario, y haces las tareas que te encargan. De primeras el sueldo te parece una mierda para todo lo que sabes y lo preparado que estás (aunque realmente no sabes nada pero tu ego como buen inexperto y drogado por el primer chute no te deja verlo). Pero lo haces, asimilando poco a poco el principio activo del DINERO. Con el tiempo, vas realizando tareas más complejas y empiezas a darte cuenta de lo poco que sabías y que te pagaban a pesar de aportar entre poco y nada a la empresa. Ya has subido tu dosis de DINERO y no entiendes cómo podías vivir con 700€ al mes y ser feliz. Luego sigues drogandote a base de más trabajo, experiencia y subida de sueldo y no entiendes cómo alguien puede vivir con una dosis de sólo 1.000€ al mes, y así hasta donde quieras seguir drogándote a base de DINERO.
Al cabo de los años, te darás cuenta de 2 cosas, que eras feliz con tus 700€ y pocas obligaciones y responsabilidades, y que por mucho que te paguen nunca te parecerá suficiente porque estás enganchado a la droga del DINERO.
En el trading, es irremediablemente necesario hacer aquello para lo que nos han programado, ser becarios, junior, senior, y quizá algún día jefe. Pero ni tú ni yo necesitamos ser el jefe, y todos los empleados en el organigrama viven acorde a su escalafón. Unos querrán ascender más a sabiendas de las consecuencias que implica, y otros preferirán una vida más tranquila cada uno en el peldaño hasta el que esté dispuesto a subir.
Si te quieres engancharte a la droga del trading, ahí tienes tu terapia, digerir las dosis y su principio activo tal como nos han educado, poco a poco sin sobredosis.
Si te lanzas al mercado sobre apalancado, sobreoperando, no tardarás mucho tiempo en tener una sobredosis que te lleve a reventar tu cuenta, simplemente porque estás metiéndole a tu cuerpo más de lo que puede aguantar. No seas becario queriendo jugar a ser directivo o te despedirán a las primeras de cambio, porque entonces sí que vas a acabas pasando tu tiempo libre moldeando arcilla, que será muy gratificante para los sentidos pero poco para la cartera.
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