Tradear, El arte de esperar.

con No hay comentarios

Resulta extraño que la paciencia sea un lastre para nosotros, me explico. Si a cualquier profano del trading le dices: tu trabajo es esperar tranquilito escuchando música, hablando con algún amigo o haciendo lo que quieras, hasta que llegue el setup.

Esa persona nos diría que perfecto, es el trabajo más fácil del mundo. Esperar a que pase algo que se va a cumplir en un 70/90% de los casos?

-Y se gana dinero así?

Y entonces por qué no ganas?

-Me puede la ansiedad de que se pase la oportunidad. Diríamos nosotros.

-pero si se va la oportunidad pierdes pasta?

-no, no, si se va solo hay que esperar otra oportunidad.

-y entonces por qué no ganas?

Una conversación parecida la tuve con mi hermano. No entendía por qué si el sistema gana, es fácil de leer y solo hay que esperar, llevase tanto sin ganar.

Me sentí el tío más tonto del universo. Primero porque tenía razón (mi hermano es como muy cabal y sosegado), y segundo porque no sabía darle una respuesta. Bueno, realmente si la sabia pero no quería reconocerla.

En mi mente pensaba, puedo ganar más, hacer más operaciones, si me anticipo tendré mejor precio de entrada, llevo una hora aquí y no he hecho nada, estoy perdiendo el tiempo.

Nos obcecamos en que no estar en el mercado es una pérdida de tiempo sin pensar que estar en el momento inadecuado será fácilmente una pérdida de capital.

Cada día tenemos horas y horas de mercado con multitud de posibles entradas pero nuestro factor limítante es el capital. Sin capital podemos tener todo el tiempo del mundo que será inútil, y por otro lado, deberíamos hacer trading para ganar dinero y tiempo.

Planteamientos erróneos nos llevarán a resultados erróneos, y no hablo del planteamiento del trade si no de la actividad en sí.

En mi etapa de fotógrafo, aprendí que no necesitaba hacer 7000 fotos en un evento. Es literal, llegué a disparar 14.000 fotos en un día. Pensaba que si disparaba más tendría más opciones de pillar «la foto». Con los años fuy bajando y bajando hasta hacer unas 1200 – 1500. 

Y qué pasó? Pues que por un lado, al llegar a casa con muchas menos fotos necesitaba menos tiempo para seleccionar y editar. Y por el otro, durante el trabajo, me focalizaba más e que cada foto fuera buena, bien expuesta y compuesta y hacer clic en el momento correcto. Mi cabeza estaba más calmada y sabía que tendría mi foto. La calidad de los reportajes no sólo no bajó si no que subió, y mi tiempo libre ni os cuento. 

Seamos pacientes, no gastemos energía y dinero en lo que no compensa. El botín es demasiado valioso como para no esperar el momento decisivo, y en ese instante, ir a por ello confiados y tranquilos.

Un abrazo a todos, espero que estas reflexiones en el túnel os sean amenas y útiles.

Deja una respuesta